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El compliance empresarial, o cumplimiento normativo, se ha convertido en un pilar fundamental para las compañías en la actualidad. Este artículo explora los fundamentos del compliance, su evolución desde la legislación española de 2010, y la importancia de su implementación en la gestión empresarial. Además, se abordarán distintos tipos de compliance, con un enfoque especial en el compliance penal, destacando la oferta formativa del curso ofrecido por Satturno, Escuela de Paralegals.

Fundamentos del compliance empresarial

El compliance, en su esencia, busca evitar que una empresa se vea envuelta en delitos, sanciones o situaciones que puedan afectar su reputación y viabilidad. Este concepto, arraigado en la legislación española desde la reforma del Código Penal en 2010, establece la responsabilidad penal de las personas jurídicas. La función del compliance es identificar, asesorar, monitorear y alertar sobre los riesgos legales que pueda enfrentar una empresa.

Orígenes y evolución del compliance empresarial

El compliance empresarial tuvo sus inicios en los años 70 en Estados Unidos, vinculado a casos de corrupción en el sector financiero. La definición del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea en 2005 enfatizó el riesgo de incumplimiento normativo. En España, la reforma del Código Penal en 2010 vinculó estrechamente el compliance con la responsabilidad penal de las personas jurídicas, marcando un hito en su evolución.

Legislación y responsabilidad penal: Pilares del compliance empresarial

La legislación española, con la Ley Orgánica 5/2010, estableció la responsabilidad penal de las personas jurídicas, vinculando directamente el compliance de las empresas con el cumplimiento de la normativa penal. La revisión de 2015 amplió esta obligación, haciendo necesario contar con planes de prevención de riesgos penales y un órgano responsable de su verificación.

Tipos de compliance empresarial

A la hora de implementar el compliance en una empresa, existen dos enfoques: el genérico y el específico. El modelo genérico sigue las directrices de la norma ISO 19600, mientras que los modelos específicos abordan áreas jurídicas concretas. Entre estos, destacan el compliance penal, corporativo, medioambiental, de prevención de riesgos laborales, anticorrupción, de salud pública, fiscal y tributario.

Compliance penal: Una mirada detallada

Dentro de los tipos específicos, el compliance penal adquiere especial relevancia. Este se centra en prevenir situaciones que puedan llevar a sanciones, multas o pérdida de reputación debido al incumplimiento de leyes y regulaciones penales. Es en este contexto que Satturno, Escuela de Paralegals, ofrece un curso especializado en compliance penal para formar profesionales competentes en esta área crucial.

La importancia estratégica del compliance para una empresa

En el análisis DAFO, el cumplimiento normativo se destaca como clave para enfrentar riesgos y amenazas al crecimiento empresarial. En un contexto donde el público demanda conductas más allá de lo establecido por las leyes, el compliance se presenta como una posición estratégica que aporta valor y afianza el futuro de la organización.

¿Cómo especializarse en compliance?

El auge de la función de compliance ha llevado a la demanda de profesionales capacitados. Aquellos con formación en ciencias jurídicas pueden asumir roles como Compliance Officers. Además de conocimientos jurídicos avanzados, estos profesionales deben desarrollar competencias para asesorar en situaciones de responsabilidad civil, penal y administrativa, así como implementar planes de compliance efectivos.

Conclusión:

El compliance empresarial, en constante evolución desde su origen en Estados Unidos hasta su arraigo en la legislación española, se ha convertido en un componente esencial para el éxito y la sostenibilidad de las empresas. La oferta formativa de Satturno, Escuela de Paralegals, destaca en el ámbito del compliance penal, proporcionando a los profesionales las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos actuales y futuros en este campo crucial. La comprensión y aplicación efectiva del compliance no solo son requisitos legales, sino también elementos estratégicos para asegurar el crecimiento y la reputación de una organización en un entorno empresarial dinámico.